La Camarera Le Dió Un Papel A Su Marido Cuando Ella No Miraba

Fue Muy Duro

Esta madre de familia, sabía perfectamente lo que era tener una vida dura, las cosas no le habían ido muy bien y además era madre de tres hijos. Su vida entera giraba en torno a ellos y en torno al trabajo para poder sacarlos a delante junto a su marido, pero lo habían pasado realmente mal en algunos momentos. Jackie recordaba todos esos momentos pasados y ninguno de ellos le había hecho sentir tan mal como se acababa de sentir al leer esa nota.

Fue Muy Duro

Esto No Era Posible

Jackie todavía estaba intentando asimilar cómo era posible que la camarera tuviera tanta cara dura de haberle dado una carta a su marido en sus mismísimas narices sin haberse cortado ni un pelo. Era totalmente absurda la situación, como estas que solo pasan en las películas. Y más absurdo e increíble aún era lo que ponía en el papel, ¿Cómo se había atrevido a hacer algo así delante de ella y de sus niños? Se suponía que iba a ser un día de familia perfecto y se estaba convirtiendo en una pesadilla.

Esto No Era Posible

Ella Había Sido Militar

Lo que esa camarera no sabía es que Jackie había estado un tiempo en el ejército, ella no tuvo una vida fácil y se vio en la calle y sin nada, así que no tuvo otra opción que alistarse para poder tener un trabajo y un hogar. El ejército te enseña muchas cosas y forja tu personalidad, así es que Jackie tenía mucho temperamento y no se callaba nunca las cosas que le parecían mal, en definitiva era una mujer con la que no te apetecería tener ningún rifirrafe.

Ella Había Sido Militar

Destrozada

Durante el tiempo que pasó en el ejército, Jackie fue a una guerra y fue condecorada como una heroína. Tenía un carácter fuerte y se desvivía por los demás. Siempre lo daba todo por los suyos y no dejaba que nadie hiciera daño a ninguno de ellos, pero ¿qué hay de ella? ¿Qué pondría en esa carta para que una persona con el carácter de Jackie rompiera a llorar de esa manera? Su marido estaba completamente anonadado.

Destrozada

Estaba Un Poco Descuidada

Jackie siempre intentaba arreglarse un poco y estar guapa para su marido, hacía todo lo que podía pero el hecho de haber sido madre tres veces la había dejado un poco menos en forma de lo que solía estar, además, cuidar a los pequeños no le dejaba mucho tiempo para sí misma y a veces se la veía un poco descuidada. En cambio su marido era muy guapo, con los años incluso lo era mucho más, cuidaba mucho su aspecto y además iba habitualmente al gimnasio.

Estaba Un Poco Descuidada

Él Era Muy Atractivo

Cuando ambos se conocieron, se atrajeron desde el primer momento. Jackie era joven y se cuidaba mucho, su marido también se cuidaba y era muy guapo. Con el paso de los años y después de tres partos, Jackie no estaba en su mejor momento físico pero era una madre volcada en sus hijos y no tenía mucho espacio para ella. Jackie podía ver como otras mujeres se fijaban en su marido pero nunca le importó. Hasta aquel día. La manera de mirar a su marido de esa camarera realmente la había sacado de sus casillas.

Él Era Muy Atractivo

Ya No Era Lo Mismo

También es cierto que antes no le importaba que las mujeres mirasen a su marido porque ella confiaba plenamente en él y en sus sentimientos hacia ella. Quizás las cosas ahora eran diferentes y por eso se había molestado tanto, hacía años que la relación ya no era lo mismo, tener tres hijos pequeños no te deja tiempo ninguno para ti y mucho menos para tener intimidad con tu marido. Aquello era realmente difícil y quizás se habrían distanciado un poco y Jackie se sentía más insegura.

Ya No Era Lo Mismo

Muchas Inseguridades

El hecho de que una mujer haya tenido la osadía de darle una nota a su marido mientras ella iba al baño la había dejado estupefacta, no podía creer que alguien tuviera tanta cara dura como para creerse con derecho a pasar por encima de ella en su cara. ¿Acaso era tan evidente el distanciamiento entre ellos que la camarera lo vio una presa fácil? Le parecía toda una falta de respecto indignante y además le hizo sentirse aún más insegura consigo misma.

Muchas Inseguridades

Tenían Que Salir De Allí

Aunque era su único día libre y querían pasarlo en familia siendo felices y estando tranquilos, no tuvieron más remedio que irse de allí. Jackie estaba cada vez más cabreada y estaba a punto de formar un escándalo. No era el momento adecuado y además estaban los niños delante. Todo esto le fastidió muchísimo más porque esa camarera les había estropeado el día en familia que tanto habían estado esperando.

Tenían Que Salir De Allí

Tener Tres Hijos

La vida de Jackie era realmente estresante, con tres hijos pequeños solo podía tener ojos para ellos y toda su atención se centraba en ellos. Además uno de los niños era un bebé recién nacido, el pequeño tenía pocos meses y ahora dependía de su madre al 100%. Cuando llegaron al restaurante, el bebé comenzó a llorar y Jackie pensó que tendría hambre, allí mismo sacó el pecho y se puso a amamantarlo con la atenta de mirada de todo el mundo puesto en ella.

Tener Tres Hijos

Parecía Un Delito

Jackie sabía muy bien cuál era esa sensación, la de todo el mundo mirándola mientras amamantaba a su bebé ya que había tenido tres y ella les había dado de comer cuando ellos lo pedían estuvieran donde estuviera. Parece que cuando eres madre sale gente de debajo de las piedras para decirte todo lo que haces mal en todo momento. Tan solo estaba dando de comer a su hijo en público, le parecía muy hipócrita que la gente la mirase mal cuando no estaba haciendo nada malo.

Parecía Un Delito

Madre Orgullosa

Ella estaba feliz por el modo en que estaba criando a sus hijos, lo más natural y libres posible y lo que estaba haciendo no era ningún delito. Todo el mundo se ha alimentado de sus madres y esto aporta a los bebés defensas y nutrientes que no aportan las leches en polvo. Pero por la forma en que la miraban, parecía como si estuviera haciendo algo lascivo delante de todos. No podía dejar que siguieran así, estaba punto de decir algo.

Madre Orgullosa

No Hizo Caso

En un primer momento su carácter hizo que quisiera gritarles a todos y mandarlos al inferno, pero respiró un momento y pensó que ese nerviosismo y esa rabia no le venía bien a su leche y que podría transmitírsela a su bebé. Así que respiró varias veces profundamente y decidió calmarse y hacer oídos sordos. A pesar de que la gente seguía mirándola mal y murmurando a su alrededor, ella siguió como si nada y si alguno se atrevía que dijera algo…

No Hizo Caso

Ojos Clavados En Ella

Aunque Jackie había decidido calmarse y estaba ignorando a todo el mundo, sentía que había unos ojos clavados en ella que le hacían sentir más incómoda que ningún otro. Era la camarera, la miraba realmente con desprecio y parecía que estaba a punto de decirle algo a Jackie al respecto. Parecía que realmente estaba haciendo algo gravísimo y que merecía ser castigada por ello. No lo podía entender para nada. Allí todos estaban comiendo ¿Por qué su bebé no podía comer?

Ojos Clavados En Ella

La Nota

Por fin Jackie terminó de dar de comer a su bebé y todo a su alrededor se calmó. Todo el mundo empezó a comer tranquilo y dejó de mirarla y murmurar sobre ella. En este momento, Jackie puso al bebé en su carrito y se levantó para ir al baño, se acercó a la barra y preguntó dónde estaba ubicado, pero al darse la vuelta, vio como la camarera que la había estado mirando mal le pasaba una carta a su marido disimuladamente. No se lo podía creer pero una vez más respiró y no montó un escándalo.

La Nota

Lo Que Ponía En Ella

Al volver, Jackie le pidió a su marido que le enseñara la carta, que lo había visto todo. Él intentó disimular y le dijo que no sabía de qué hablaba pero Jackie insistió y dijo que había visto a la camarera dársela. Cuando Jackie comenzó a leer la carta se podía ver perfectamente como su cara se iba torciendo pues estaba alucinando con lo que ponía en la carta. Jackie empezó a sentir algo que jamás en su vida pensó que podría sentir una persona.

Lo Que Ponía En Ella

Lo Que Hizo Él

Todo era absurdo y Jackie estaba que no sabía qué hacer, qué decir o cómo comportarse. Ella creía que su marido la iba a apoyar, que automáticamente cogería la nota, la rompería y la tiraría a la basura, pero nada más lejos de eso. Él cogió su móvil y se puso a escribir en él. ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿Le habría dado ella su teléfono y él lo apuntaba descaradamente? No podía creerse que estaba haciendo él mientras ella no podía para de llorar.

Lo Que Hizo Él

Debía Ser Una Broma

“Esto no puede estar pasando”. Se repetía una y otra vez Jackie, los pensamientos le iban a mil por hora y se le cruzaban en la cabeza, estaba empezando a pensar que su marido ya no estaba enamorado de ella, que se había aburrido de la vida en familia y de los niños. Toda clase de pensamientos tristes la inundaban y se le formó un nudo enorme en la garganta.

Debía Ser Una Broma

Rabia E Ira

Todo a su alrededor se tornaba más y más borroso, su cabeza iba a mil por hora, ella allí sentada, los niños viéndola llorar, su marido con el móvil y la camarera dando vueltas por allí con su mirada puesta en ellos. No podía ser verdad lo que estaba viviendo, sus miedos e inseguridades afloraron desde lo más adentro de su ser. Miró un momento a su alrededor y dijo ¡basta! Se limpió las lágrimas y sus sentimientos empezaron a cambiar hacia la ira y la rabia. Estaba enfureciendo por momentos.

Rabia E Ira

Explícamelo Todo

Se acabó. Esto no iba a pasar y menos delante de ella. Jackie secó sus lágrimas y dio un golpe en la mesa gritando ¡basta! Automáticamente su marido levantó la cabeza del teléfono sorprendido y ella le reclamó que le explicara qué demonios estaba sucediendo y por qué era tan descarado de hacerlo en su cara y delante de los niños. Finalmente no pudo contenerse y montó una escena. No iba a tolerar que nadie se riera de ella en su cara.

Explícamelo Todo

No Me Lo Creo

El marido de Jackie le pidió por favor que se tranquilizase, que no pasaba absolutamente nada. Sin inmutarse ni un momento, Tom le explicó que lo que le había dado la camarera era un descuento para el restaurante, nada más. Pero Jackie no le creyó, había visto como esa camarera flirteaba con su marido en su cara y no dejaba de mirarle. Él estaba mintiendo deliberadamente y Jackie no se iba a dejar engañar así como así.

No Me Lo Creo

Él Estaba Mintiendo

Sí, él estaba mintiendo. Pero lo que Jackie no sabía es que lo que intentaba su marido era protegerla. Finalmente y viendo que ella se estaba poniendo furiosa y no creyó la excusa del descuento, decidió decirle la verdad de lo que ponía en la nota. Cuando Jackie leyó la nota, empezó a llora a raudales, tenía una mezcla de emociones muy difíciles de explicar, era una mezcla entre alivio, felicidad y a la vez rabia e impotencia que no supo manejar muy bien.

Él Estaba Mintiendo

El Mensaje

La nota decía: “Por favor, su mujer está incomodando a los clientes enseñando sus pechos en público, les pedimos que se vayan del restaurante inmediatamente pues no aceptamos tales conductas en nuestro local” Cuando Jackie leyó esto, por una parte se sintió aliviada porque su marido no estaba flirteando con la camarera y todas sus inseguridades se disiparon dando paso a un cabreo monumental. La siguiente incógnita que Jackie tenía era ¿Qué hacía entonces Tom con su móvil? Resulta que Tom estaba llamando a la policía para que fueran ellos los que resolvieran el asusto sin montar allí ningún escándalo. No era tolerable que le hicieran pasar ese mal trago a su mujer.

El Mensaje

Desde entonces no podía haber apartado a la vista de aquella nota que tanto le había llamado la atención. Jackie acababa de dar a luz a su tercer hijo y se encontraba con su esposo en una situación realmente muy difícil en su relación. Pensaron que salir a pasear y a tomar algo en una agradable cena familiar, relajante con su hijo, les ayudaría, pero nunca imaginaron que algo así les podía suceder a ellos. Justo en el momento en el que ella estabas regresando del baño durante la cena en el restaurante con su esposo, su sangre comenzó a arder en el momento en que vio a la camarera dejar algo en su mesa, que hizo que este momento no quisiera volver a vivirlo jamás. Realmente no se sabe nunca cómo van a suceder las cosas, a lo que parece que era un día tranquilo y relajado en un restaurante, que acaba convirtiéndose en una realmente pesadilla difícil de vivir.

No se podía relajar

Se estaba temiendo lo peor

Desde aquel momento, Jackie no podía quitarle ojo a aquella camarera que le había dado esa nota a su marido. No podría parar de pensar en que si realmente le estaba dejando una nota para ligar con él la cosa se iba poner muy fea. Ella había ido tranquilamente a cenar con su marido y con su familia para tratar de arreglar todos sus problemas y vivir juntos es una bonita experiencia, pero todo se estaba echando a perder cuando había visto aquel gesto que había tenido la camarera con su marido. Realmente no podía creer que en una situación tan familiar alguien se pudiera meter así de por medio. Las cosas estaban apunto de empeorar para todos los que estaban en aquel restaurante y solo podía quedarse mirando a ver cómo iba pasando el tiempo.

Se estaba temiendo lo peor

La maternidad para Jackie

Realmente de la maternidad nunca ha sido una tarea fácil. Jackie descubrió lo difícil que era ser madre. En el momento en el que menos se lo esperaba cuando sucedió todo con su marido. Pero en ese momento no había tenido nunca una experiencia tan fuerte como la que estaba experimentando en ese momento. Ser madre realmente había implicado mucho sacrificio tanto a nivel personal como a nivel profesional. Había tenido que dejar una gran serie de cosas atrás para poder ser una buena madre y poder sacar adelante a todos sus hijos. A menudo se le reprochaba así misma que como había llegado a ese mismo punto en el cual se planteaba dejarlo todo y mirar para adelante. Pero este tipo de pensamiento es normal cuando te ves sobrepasada por tu familia. Así que hasta entonces solo había hecho luchar y luchar.

La maternidad para Jackie

No podía ser para tanto

Las cosas realmente no habían estado yendo mal entre los dos de un día para otro. Llevaban mucho tiempo aguantando pequeñas situaciones en las cuales cada uno tenía que poner de su parte. Esto, a medida que iba pasando el tiempo, se iba haciendo más difícil de soportar, y a la vez iba ocasionando un problema en el interior de cada uno. Todo se ve manifestado de tal forma que a día de hoy en ese restaurante tenían que vivir juntos. Esa experiencia como nunca antes lo habían hecho. Se trataba de un lío en el que ninguno de los dos quería haberse metido. La camarera se acababa de acercar a la mesa donde estaba su marido y le había dejado una nota en papel. Ella sabía que aunque era dura lo que podía leer tarde o temprano se tenía que enfrentar a la realidad y leerlo.

No podía ser para tanto

Ella estaba instruida por el ejército

Realmente Jackie no era una persona con la que había que meterse. No solo por lo buena persona que era y que no tenía ninguna pizca de maldad, sino más bien también por el hecho de que había estado sirviendo durante bastante tiempo en el ejército de los Estados Unidos. Éste hecho le había traído una personalidad realmente dura y que claramente decía a la gente con la que se iba a topando, que lo peor que podían hacer era meterse con ella. El ejército es una gran fuerza organizada y armada, y sobre todo están entrenados para la guerra, especialmente en la tierra. Así que el término en el que podía haberse envuelto esa camarera era algo realmente difícil y problemático en el que no podría salir fácilmente. A menudo era una situación muy difícil la que se daba cuando alguien trataba de intimidar a la madre de esta familia.

Ella estaba instruida por el ejército

Había que tener la cabeza fría

Es verdad que hay que reconocer que, a pesar de que su personalidad era dura, el hecho de que una camarera hubiera dejado una nota para su esposo, en la mesa, había terminado con Jackie llorando. En realidad, no sabía qué hacer un héroe de guerra como Jackie, habiéndose derrumbado así. Su marido tampoco podía creer que ella hubiera reaccionado de esta manera. Juntos habían pasado por momentos difíciles a lo largo de toda su vida, y no era una situación fácil olvidarse del duro trabajo en el cual había pasado tanto tiempo. También el hecho de ser madre había cambiado mucho a Jackie, por lo que esta situación no era para nada fácil de resolver. Pero gracias al apoyo de su marido y padre de sus hijos, los dos estaban muy contentos de la familia que habían creado. Los dos sabían el tremendo sacrificio que tenía que hacer Jackie especialmente para mantener su familia a salvo.

Había que tener la cabeza fría

Es más difícil de lo que parece

Realmente el trabajo de ser madre no es lo que uno piensa. A menudo suele ser bastante trabajoso, por lo que te sueles ver exhausta y desordenada por cuidar de tu hijo. Pero no está ocasión, Jackie había hecho todo lo posible por verse bien y por mantener a su familia lo mejor que pudiera. Su esposo sin embargo, a pesar de que era indudablemente un hombre muy apuesto y de buena forma física, aparentemente no le ayudaba mucho en casa, por lo que no era de extrañar que la pareja finalmente terminara teniendo problemas. Por esta razón, todo el día haciendo tareas hacía que Jackie acabara exhausta y que lo último que pensara por la noches, en pasar tiempo, sonriendo junto a su marido. Ella no le gustaba seguir el modelo de amas de casa como los años 50, sino que estaba siendo una guerrera cuidando de su hijo y de la casa.

Es más difícil de lo que parece

No podía parar de llorar

Todos sabemos que el hecho de ser madre es una tarea muy difícil, y que si en tu casa no te ayudan, podría complicarse y acabar convirtiéndose en un verdadero infierno. Jackie encontraba atractivo a su pareja y por supuesto, no estaba ciega de que otras mujeres también lo miraban, por lo que no le esperaba ni le cogía de sorpresa que durante la cena que estaban teniendo una de las camareras le hubiera dejado alguna nota, tratando de ligar con él o de llamar a la atención. Esto es algo que realmente le sentó muy mal y que sabía que tarde o temprano tenía que tomar cartas en el asunto. Por el momento decidió ceder ante sus sentimientos y comenzó a llorar como si no hubiera un mañana. La cosa iba de mal en peor y parece ser que no se veía al final de cuando iba a parar todo esto.

No podía parar de llorar

Estaba a punto de saltar por los aires

Había vivido esto en anteriores ocasiones, pero por suerte siempre había terminado bien. La mayor parte de las veces había sido algún malentendido en el cual hablando después todo se habría quedado más claro y no habían terminado mal. Pero ahora vivía por y para su familia, y esto era algo que realmente le hacía todavía tener mucho más cuidado y sobre todo mucho más miedo, que esto era lo que realmente la podía considerar como alguien peligroso. Lo mejor para la camarera hubiera sido no dejar aquella nota sobre la mesa mientras estaba su marido cenando, pero esto ya había sucedido, y tenían que hacerse cargo de las consecuencias. La cosa estaba apunto de empeorar para la camarera sobre todo. Todo apuntaba a que la cosa acabaría muy mal para aquella pobre e inocente chica.

Estaba a punto de saltar por los aires

Unos momentos muy duros para ella

Realmente nunca había tenido dudas de su esposo, pero esto no era algo que fuera a tener así sintiéndolo igual durante toda su vida. No era de extrañar que en algún momento de su vida a la pareja, que tanto tiempo le había acompañado de repente se le fuera la cabeza y acabará haciendo alguna tontería de estas. Sobre todo, si contamos que la camarera que se le había acercado, era una chica muy atractiva y que no podía prácticamente competir con ella. Sin duda, ya que era una mujer también muy atractiva, pero era una persona que había estado sufriendo mucho cuidando a su familia, por lo que cualquier hombre desinteresado como era su marido, no tardaría mucho en irse con otra. Lo estaba pasando realmente mal.

Unos momentos muy duros para ella

Tenía que solucionar todo

Hasta ese momento habían pasado por un sinfín de situaciones muy parecidas, pero en ninguna de las anteriores ocasiones lo habían hecho de manera tan descarada como la que estamos contando ahora, ya que acababa de vivir una de las peores experiencias de su vida, debido a que una camarera le había entregado una nota a su marido mientras ella estaba en el baño y juntos estaban cenando. Realmente era una mala decisión, la que había tomado la camarera de entregar aquella nota en aquel justo instante en el que Jackie estaba regresando desde el servicio y lo vio todo con sus propios ojos. Acto seguido, no puedo hacer otra cosa que echarse a llorar. Pero la cosa no iba a quedar así, por mucho tiempo que hubiera pasado.

Tenía que solucionar todo

Lo habían pasado mal antes

Todos sabemos lo difícil que es hoy en día tener una familia. Si además a este hecho le sumamos que tu pareja no te ayuda nada en casa, pues lo más probable es que tengamos como resultado una increíble catástrofe por vida. Pero lejos de lo que hubieran vivido este matrimonio y sus familiares en sus cosas del día día, lo que acababa de pasar era bastante mucho más grave de lo que jamás hubieran vivido. Ninguno de los dos se podía esperar que esto le hubiera pasado a ella. Cuando Jackie estaba volviendo del servicio y se encontró a su marido sentado en la mesa, donde le había dejado, pudo ver cómo una camarera le dejó una nota terrible sobre la mesa. No tuvo fuerzas ni para mirarle a la cara a su marido.

Lo habían pasado mal antes

Su vida era muy feliz

Desde luego que cuando te conviertes en madre todo cambia de repente y todo el mundo empieza a juzgarte por todo lo que haces. Las personas de tu alrededor comienzan a darte consejos sin que lo necesites y todo el mundo te habla de sus experiencias como si fuera lo mejor que podrías haber vivido. Cuando una madre comienza levantarse la camiseta en público para dar el pecho a su bebé, a día de hoy todavía hay mucha gente que se escandaliza con este tipo de cosas y no están por la labor de aceptarlo sin más. La maternidad significa noches enteras, de insomnio y de grandes carcajadas, también largas tardes de café jugando y pintando con los dedos en la cocina. La maternidad ha hecho la vida mucho más colorida de lo que jamás pensó que podría ser.

Su vida era muy feliz

No debió hacer algo así

Realmente podemos afirmar que Jackie era una madre bastante orgullosa de haber conseguido todo lo que había conseguido por ella misma. Realmente nada ni molestaba de los demás, ni las miradas que le echaban y las cosas que le querían decir los demás, puesto que ella simplemente se centraba en tratar de dar lo mejor a sus hijos y hacerlo con la mejor sonrisa del mundo. Aunque a veces es verdad que se sentía muy molesta y cabreada con algunas cosas que le decían lo demás. En este detalle tenemos que incluir el ejemplo de lo que sucedió con la camarera cuando le dió la nota a su marido. Este detalle como decimos es algo realmente feo por parte de la camarera ya que ella estaba cenando felizmente con su marido.

No debió hacer algo así

Les estaba mirando todo el mundo

Lo normal era que ella estuviera acostumbrada a que la gente lo mirara fijamente mientras alimentaba su bebé, así que se dejó llevar, por lo que realmente sentía y comenzó a darle el pecho a su bebé. A pesar de que podía escuchar algunas personas, murmurando acerca de lo que estaba haciendo, ella decidió ignorar lo que decían y seguir haciendo lo que estaba haciendo. Lo mejor de la lactancia materna es que todo lo vivas como te pide el cuerpo y como te dice tu instinto, que para algo lo has decidido hacer así. Por el bien de la lactancia lo mejor es hacerlo de la forma más natural para alimentar correctamente al bebé. Por ello no debería ser algo en el mundo, que llamar a tanto la atención de manera negativa a las demás personas.

Les estaba mirando todo el mundo

Es una situación surrealista

Ya no solo lo difícil de ser madre por todas las cosas que acabamos de contar, sino que encima tienes que contar con la aprobación de los demás cuando estás en un sitio público y tranquilamente tratas de alimentar a tu bebé. Parece increíble que a día de hoy todavía haya gente que se pueda sentir molesta con estos detalles. Parece ser que nunca antes han visto una mujer dar el pecho al bebé. En muchos países tienen un derecho que las protege de manera legal para amamantar en cualquier sitio público aunque haya gente mirando a los alrededores. Desde luego que hay países que están mucho más desarrollados que otros, y este es un hecho que hay que tener en cuenta para comprender lo que contaremos a continuación, más adelante.

Es una situación surrealista

Lo que ponía en la nota

Parece ser que Jackie se levantó y se dirigió al baño, entonces fue cuando su esposo le dijo a la camarera que les trajera la cuenta, y justo cuando Jackie se alejó, la camarera corrió directamente a su mesa y le dio una nota al marido de Jackie. Este hecho lo pudo ver ella cuando estaba volviendo del servicio. La camarera había escrito un pequeño texto junto a la cuenta del restaurante, porque sabía que era el momento ideal para entregársela al marido de Jackie, sin que ningún responsable o cliente del restaurante se percatara de este hecho. El hombre al recibir esta carta realmente se quedó sorprendido y no sabía si abrirla o simplemente ignorarla, de modo que pudiera pasar algo malo. Finalmente, debido a su curiosidad, hizo que la abriera y que leyera sorprendentemente lo que había escrito en ella.

Lo que ponía en la nota

No se lo podía creer

Parece ser que esto había despertado nuevas sensaciones en las personas. Mientras el hombre leía la letra, su rostro manifestaba, toda la reacciones escritas en ella. No se dio cuenta de que Jackie estaba viendo toda la interacción, por lo que, a partir de ahí, sintió algo que ya nunca antes había sentido. Era surrealista todo lo que estaba viviendo y más en un día que habían decidido salir a cenar y a disfrutar juntos en familia, como hacía tiempo que no hacían. Las cosas se están torciendo y todo apuntaba a que acabaría muy mal para todos los que estaban allí presentes. De no ser porque la camarera hubiera tenido este gesto, todo habría salido a pedir de boca. Pero eso no es lo que había sucedido en realidad. La historia estaba apunto de empeorar todavía.

No se lo podía creer

Esta fue su reacción

Nada más volver del servicio, Jackie pensó que su esposo estaría ligando con esa chica. Pensó que lo más correcto sería haber cogido aquella nota y haberla arrugado y tirado a un sitio por ahí, pero en lugar de eso sacó su teléfono. Parece ser que le iba a dar su número de teléfono. Jackie, con lágrimas en la cara, ya no podía creer lo que estaba viendo. Realmente llevaba poco tiempo tan mal como para pensar que podía ser algo que le estuviera afectando de manera tan negativa a su matrimonio. Lo gracioso de la situación es que ellos habían quedado para cenar y para pasar un bonito día y agradable en familia, y había sido todo lo contrario menos bonito. Era muy difícil de creer para ella todo lo que estaba viviendo.

Esta fue su reacción

No podía pensar con claridad

Como era de esperar, se le pasaron un montón de cosas por la cabeza. Tal vez se había enamorado de la nueva chica esta que le había estado sirviendo durante toda la noche. O tal vez incluso ya se conocieran de antes. En su cabeza no pasaba ningún pensamiento bueno. No podía evitar la sensación de que su marido estuviera tonteando con otra y lo peor de todo es que lo estaba haciendo en sus narices. Tal vez su marido ya estaba cansado de tener aquella vida con ella y con los niños, por lo que su corazón ya no le correspondía a ella. Todos los pensamientos que pasaban por su cabeza eran realmente malos y ninguno apuntaba a la felicidad de su familia. Estaba muy triste y se sentía culpable sin apenas saber qué era lo que había hecho mal para encontrarse con ese panorama ahora.

No podía pensar con claridad

Se estaba poniendo muy celosa

Todos estos pensamientos que pasaban por su cabeza, eran completamente normales y entendible. Ella había estado disfrutando de una cena romántica con su marido y con su familia, y tan solo había acudido al servicio al terminar la cena. Lo único que había hecho era amamantar a su bebé, mientras cenaba en todos en familia, y había aguantado algunas voces que las escuchaba de fondo diciendo todo tipo de sandeces. Realmente cuando una persona ve algo en ti, a veces nos cuesta ver que es lo que está viendo, e incluso a veces solemos pensar de manera muy negativa sobre lo que esa persona podría estar pensando de nosotros. En vez de lidiar con los sentimientos o con las emociones, lo más fácil parece ser tirar la vista hacia otro lado.

Se estaba poniendo muy celosa

Este era el ticket

Con un gran número de lágrimas sobre su rostro, tan solo podía agachar la mirada y la cabeza, sin tener fuerzas, ni tan siquiera para mirarle a la cara a su propio marido. Todavía no había llegado a la mesa y ya le habían pasado todo tipo de pensamientos por la cabeza. Encima lo peor de todo fue llegar del servicio y encontrarse a su marido dándole el teléfono a esa persona que acababa de conocer. O tal vez se conocieran de antes y se lo había estado ocultando durante mucho tiempo. Fuera lo que sucediera, ahí estaban pasando cosas muy negativas, que tan solo le hacían pensar cosas muy malas. Ella había sido siempre una chica fuerte, pero esto se podría decir que prácticamente la superaba porque no se lo esperaría nunca jamás. Nunca jamás se habría esperado que esto le sucediera a ella.

Este era el ticket

La camarera se había ido

Desde el minuto, uno en el que salí del servicio, ya pudo ver a la camarera como alejarse de la mesa, habiendo dejado una nota en ella. Todos actuaban de manera muy sospechosa, por lo tanto, sabía que algo malo estaba pasando. La camarera se ofreció a darle al marido aquella nota y al principio parece ser que en ese momento ella le había dirigido algunas palabras antes de mandarle la nota. Cuando Jackie estuvo más cerca de la mesa, pudo escuchar a la camarera decirle a su marido, que le iba a hacer un bonito descuento, que se lo merecía. Esto fue lo que más le chirrió ya que ella estaba justo delante y podía ver con total claridad y normalidad como ellos ligaban he interactuaban sin importarles que estuviera ella presente. No podía estar más triste sin lugar a duda.

La camarera se había ido

El problema estaba ahí

Por lo visto, la nota que le había dado la camarera a su esposo tenía que ver en relación con que ella hubiera estado dando de mamar a su bebé. La camarera le había comunicado algunas palabras que realmente le sorprendieron, ya que en ningún momento ella había pensado que fuera de tal importancia, el hecho de sacar el pecho en un lugar público para amamantar a tu bebé. Sabía que su prioridad era darle de comer a su hijo estuviera donde estuviera, por lo tanto, su finalidad y su objetivo principal era cuidar de ellos como es normal. Nunca jamás hubiera pensado que los demás se podrían haber sentido tan inquietos al ver a una madre alimentando a su bebé. Y para colmo, aún había escrito cosas todavía más sorprendentes que lo que hemos dicho ahora.

El problema estaba ahí

Le superó la situación

Justo cuando ella estaba leyendo la nota que le había dejado la camarera a su marido, pudo comprobar con sus propios ojos las palabras que ésta le había dedicado. De repente, Jackie no pudo reprimirse me has hecho llorar, ya que no podía creer todo aquello que estaba leyendo. No entendía como la camarera, podía haber escrito algo así. Tampoco entendía como las palabras de una completa extraña podían haberle afectado de esa manera. Ahora sí que sí estaba ante lo que había sucedido y no lo podía ocultar de ninguna de las maneras. Su corazón no paraba de bombear cada vez más fuerte y comenzó a sentir una serie de nervios que le hacían sentirse muy inquieta. Sus hijos también la observaban mientras estaban asustados de ver a su madre así.

Le superó la situación

Lo que ponía era muy importante

Quizás había llegado el momento de ponerse un poco más serios y de verle el lado emocional a todo lo que estaba sucediendo. En la carta había un mensaje muy importante que ella pudo leer con sus propios ojos. Sin duda, se trataba de un malentendido, lo que había vivido durante todo ese rato desde que había salido del servicio hasta que había llegado a la mesa. Pero eso no quita que aunque ahora pareciera que se había equivocado, ella no estuviera en lo cierto y hubiera pasado un mal momento, ya que todo lo que había pensado a nivel emocional y sentimental le había hecho mucho daño. Quizás fueran sus inseguridades, pero nunca antes le había pasado algo así, por lo que era totalmente entendible que esa hubiera sido su reacción.

Lo que ponía era muy importante

No tenía por qué esconderse

Como era de esperar, ella se había sentido muy mal, porque todo lo que había pasado por su cabeza eran malos pensamientos. Nunca antes había sucedido nada, así por lo que le había cogido totalmente por sorpresa. En cierta manera nunca había tenido jamás dudas de su marido, pero al salir y encontrarse dándole el teléfono a la camarera, realmente se le vino todo el mundo encima y automáticamente solo pudo pensar en cosas muy malas. Estaban pasando una mala temporada y esto le había afectado a tal punto que ella ya no sabía ni qué pensar. No pensaba con claridad, por lo que todo lo que le venía a la cabeza eran cosas muy negativas y ninguna de ellas era lo que había sucedido en realidad, pero más tarde pudo comprobarlo con sus propios ojos.

No tenía por qué esconderse

La gente no tenía por qué molestarse

Aunque esto ya le había pasado en anteriores ocasiones, cuando alimentaba a su bebé, nunca jamás hubiera pensado que nadie le hubiera dedicado las palabras que le dedicó en aquel momento aquella camarera. Lo peor de todo, no eran las palabras, sino el hecho de que se lo hubiera dado a su marido y no a ella en persona o de manera directa. Estaba muy cabreada, a pesar de todo lo que acababa de leer con sus propios ojos. No todo era tan malo como ella había estado pensando durante todo ese rato, pero tampoco por ello quiere decir que hubiera sido algo bueno. La cosa estaba apunto de resolverse de un momento a otro y por lo menos la pareja se podría ir tranquilamente hacia su casa. Aunque parece ser que el momento nunca llegaba.

La gente no tenía por qué molestarse

Todo el mundo debía enterarse

Después de todo el rato, que habían estado cenando y de unas cuantas veces que había estado dando alimento a su bebé, ella podía haber comprobado como mucha gente hablaba a sus espaldas y criticaba lo que ella estaba haciendo. A pesar de tratarse de algo natural, a día de hoy hay muchas personas que todavía se escandalizan al ver a una madre dar de comer a su bebé. Esto parece ser algo que todavía no está bastante extendido en todo el mundo, por lo que hay que entender que haya personas que sigan viviendo en el siglo anterior y todavía se alarmen cuando ven este tipo de circunstancias. Había llegado el momento de tomar cartas en el asunto y la cosa estaba apunto de cambiar para siempre. Estaban a punto de irse a su casa.

Todo el mundo debía enterarse

La camarera dio ejemplo

Por lo visto, lo que le había puesto la camarera en aquella nota eran unas palabras de valor y de respeto hacia esa mujer, por haber dado de comer a su bebé, a pesar de que escuchaba a otras personas criticar lo que estaba haciendo. Todo lo que había pasado por su cabeza de que trataba de ligar con su marido, solo habían sido ilusiones que le habían jugado una mala pasada debido a la situación que estaba viviendo. Finalmente, la pareja se pudo ir a su casa y habían disfrutado de un buen descuento debido a que la camarera le había dicho que por todo lo que habían pasado les iban a hacer un descuento como cortesía de la casa. Es increíble que a día de hoy todavía siga habiendo personas que se escandalizan por ver a una madre dar de comer a su hijo. Pero a la vez también es increíble que haya camareras que se encargan de escribir unas palabras de valor y de ánimo a las madres como Jackie.

La camarera dio ejemplo